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Este blog lo hemos creado 3 alumnos del Grado en Relaciones Laborales y Recursos Humanos de la Universidad de A Coruña con el objeto de estudiar las políticas socio laborales implantadas en un ayuntamiento ficticio de 16.300 habitantes denomindado "Castro de Castrenses".

En la introducción definimos las Politicas Sociolaborales implementadas en el municipio.

Incluimos una serie de gráficos, en el apartado estadísticas con información sobre la situación actual de la población del Ayuntamiento.

Y por último las diferentes actuaciones que definen el itinerario de inserción de los usuarios y que maximizan las posibilidades de inserción de los participantes que son:

Actuación 1.- Acompañamiento en la búsqueda autónoma de empleo

Actuación 2.- Talleres de preparación para la inserción

Actuación 3.- Formación a medida en la empresa

Actuación 4.- Formación a medida en espacios protegidos y/o tutelados
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El empleo es una de las características que definen el estilo de la vida adulta de todas las personas, con o sin discapacidad. El tipo de empleo, el salario que obtenemos y las oportunidades que se nos ofrecen, afectan directamente al modo como nos percibimos y al modo como la sociedad nos valora, así como al grado de libertad de que disponemos, a nivel económico y social. Toda persona aspira a conseguir un empleo reconocido socialmente y a percibir un salario que le permita vivir con comodidad (Wehman Moon, Everson, Wood, y Barcus, 1987).

Partiendo de esta idea, podemos entender la situación de aquella persona con discapacidad que se encuentra en un centro asistencial o en un centro ocupacional, rodeado únicamente de personas con discapacidad física o mental y sin posibilidades de realizar un trabajo remunerado. Dar a este sujeto la oportunidad de desempeñar un trabajo supone no sólo la obtención de un salario, sino también el reconocimiento de su valor social por parte de la familia y la aceptación de la comunidad. Otro de los grandes beneficios que ofrecen los empleos competitivos es la oportunidad de establecer amistades con personas sin discapacidad.

El salario es un determinante importante de la calidad de vida, tanto a nivel emocional como a nivel material (Brolin, 1985). Generalmente, cuanto mejor remunerada se encuentre la persona, mayor es su libertad para hacer negocios y para establecerse independientemente en la comunidad. Muchas veces el salario es el factor clave para aumentar la calidad de vida de la persona con discapacidad. Además, el trabajo en entornos reales, con un salario equiparable al del resto de los trabajadores puede suponer una vía para el desarrollo laboral y para la obtención de mejores empleos.

Alternativas profesionales para las personas con discapacidad

Existen diversas alternativas laborales para una persona con discapacidad. Las más importantes son: los Centros Ocupacionales, los Centros Especiales de Empleo, el Empleo competitivo, el Empleo de transición, y el Empleo con apoyo, en sus diversas manifestaciones (Empleo con apoyo competitivo, Enclaves en la industria, Grupos de trabajo móviles, y el Pequeño negocio especializado). No obstante, en muchas localidades sólo se dispone de una o dos de estas alternativas, principalmente Centros Ocupacionales y Centros Especiales de Empleo. Las opciones menos segregadoras son aún muy escasas.

Centros Ocupacionales

Las personas con graves discapacidades, mentales o físicas, acceden a estos centros una vez finalizada la escolaridad obligatoria. Aquí se les ofrece la oportunidad de adquirir habilidades de la vida diaria, habilidades académicas y alguna habilidad laboral. Sin embargo, el objetivo de estos centros no es preparar a los sujetos para un empleo, pues se asume que no tienen capacidad para desempeñar trabajos reales y que, en el mejor de los casos, necesitarán aún mucha formación antes de acceder a un empleo competitivo.

Centros Especiales de Empleo

La normativa vigente y, concretamente, las posibilidades de financiación puestas en marcha han impulsado el desarrollo de este tipo de servicios. De hecho, en nuestro país constituye la principal alternativa laboral para personas con distintas minusvalías. Aún a pesar de los pocos años de funcionamiento, la experiencia de estos centros está resultando muy positiva. Así, desde la iniciativa privada están funcionando Centros Especiales de Empleo cuyas características les permiten competir con las empresas de la comunidad. Sin embargo, la naturaleza de estos servicios puede considerarse, en sí misma segregadora, ya que su objetivo no es proporcionar a los trabajadores contactos regulares con personas sin discapacidad.
La experiencia de Estados Unidos revela una serie de problemas de tipo organizativo. Así, la orientación que se ha dado a este tipo de trabajos para que no fueran tan mecánicos ha ocasionado problemas financieros, dado que los productos creados son objeto de una demanda muy inestable. Otros problemas son los relacionados con la falta de equipamiento y de maquinaria actualizada para incrementar la productividad y con la escasa preparación del personal en técnicas de gestión y marketing. Teniendo en cuenta que en nuestro país tenemos poca experiencia en el desarrollo de estos centros, conviene prevenir la aparición de estos problemas, realizando mejoras en la línea sugerida por países con más tradición en este campo.

Empleo Competitivo

Esta modalidad, desarrollada de manera estructurada en otros países, suele proporcionar servicios de rehabilitación profesional, generalmente de naturaleza intensiva, pero por un período determinado y limitado. Constituye la opción preferente para personas con discapacidades medias. Los servicios que se ofrecen se dividen en cuatro fases:
1) Servicios de evaluación: evalúan las capacidades y déficits de la persona con discapacidad con objeto de identificar las alternativas profesionales más ajustadas a ellos, así como los servicios necesarios para acceder a estas alternativas.
2) Servicios de pre-emplazamiento: destinados a maximizar el potencial profesional de la persona con discapacidad, a través de la formación profesional y de servicios de evaluación del ajuste laboral.
3) Servicios de emplazamiento: ayudan a los sujetos a obtener un trabajo que les permita desarrollar su potencial profesional. Es posible distinguir dos enfoques: a) Centrado en el cliente, en el que se enseñan al sujeto las habilidades de búsqueda de trabajo generales. Trata de desarrollar unas habilidades que le capaciten para la búsqueda y obtención de un trabajo por sí mismo, más que de proporcionarselo; b) Enfoque del emplazamiento selectivo. En este, el profesional asume un papel mucho más directivo. Se trata de adecuar las habilidades y necesidades de un determinado cliente con los requisitos de un trabajo concreto.
4) Servicios post-empleo: tienen como objetivo favorecer el mantenimiento del empleo y a la promoción en el mismo. Se realizan actividades tales como la evaluación de la satisfacción del cliente y del empresario, realización de los ajustes iniciales al trabajo, y preparación del cliente para un desarrollo laboral futuro, así como para la movilidad laboral (Dunn, 1979).
El problema de estos servicios es que su campo de acción excluye a aquellos individuos con discapacidades severas que requieren un apoyo continuado para obtener y mantener un empleo. Pese a que este enfoque puede ser muy adecuado para personas con discapacidades medias (físicas, sobre todo), está claro que muchas personas requieren otro tipo de servicios más continuados e intensivos, para poder acceder al pleno empleo.

Empleo de Transición

Supone una extensión del modelo anterior que en países como los Estados Unidos, con larga tradición en servicios de empleo para personas con discapacidad, ha experimentado una aceptación creciente en los últimos años. Este modelo implica el emplazamiento laboral, seguido por semanas o incluso meses de formación intensiva en dicha empresa. Una vez que el sujeto trabaja se le entrena en habilidades sociales y de ajuste laboral. Sin embargo, es también un servicio de tiempo limitado, esto es, una vez que el sujeto se encuentra con un trabajo estable y no requiere un entrenamiento intensivo, se dejan de ofrecer estos servicios. No existe apoyo a largo plazo. Este modelo puede ser útil para aquellos que necesitan una ayuda en los primeros estadios del emplazamiento laboral, pues permite una formación más intensiva para corregir los problemas que puedan aparecer.

 Empleo con Apoyo

Muchas personas con discapacidades moderadas y severas no podrán percibir nunca un salario en un entorno laboral ordinario sin la existencia de un apoyo continuado. El empleo con apoyo surge precisamente para dar respuesta a las necesidades de estas personas. Esta alternativa presenta diversas modalidades que pueden desarrollarse, bien dentro de la industria, o bien fuera de ella. En una primera aproximación, el Empleo con Apoyo se puede definir como: " Un empleo competitivo en entornos integrados, para aquellos individuos que tradicionalmente no han tenido esta oportunidad, utilizando entrenadores laborales preparados adecuadamente y fomentando la formación sistemática, el desarrollo laboral y los servicios de seguimiento, entre otros " (Wehman, et al., 1987, pág. 180).
Presentamos a continuación esta modalidad laboral en sus aspectos conceptuales, ventajas que reporta, principales características y fases, modelos existentes, y las figuras clave en la gestión de los programas.

Empleo con apoyo: concepto

El concepto de empleo con apoyo está claramente ligado a un enfoque comunitario del entrenamiento profesional. Este entrenamiento se caracteriza, en líneas generales, por una evaluación de la comunidad, un curriculum individualizado y derivado directamente del trabajo a desempeñar, un entrenamiento en entornos naturales y un emplazamiento y seguimiento continuado del sujeto (Renzaglia y Hutchins, 1988).
En Estados Unidos, país donde nació el empleo con apoyo, se ha llegado a definir normativamente este concepto para orientar el desarrollo de nuevos servicios y operativizar lo que debe ser un programa de estas características (Federal Register, 1987):
1- Un empleo competitivo en un lugar de trabajo integrado, con servicios continuados destinado a individuos con discapacidades severas para quienes el empleo competitivo: a) tradicionalmente no ha tenido lugar; o b) se ha visto interrumpido o ha tenido lugar de forma intermitente, a consecuencia de las discapacidades severas; o
2- Un empleo de transición para individuos con enfermedades mentales crónicas.
La persona con discapacidad debe estar en un trabajo competitivo a tiempo completo o, al menos, veinte horas a tiempo parcial. Su salario debe equipararse, al menos, a los mínimos establecidos para la población sin discapacidad. Además, el lugar de trabajo ha de ser integrado. Esto último significa que son lugares donde: a) La mayoría de los compañeros de trabajo no presentan discapacidades y los individuos con discapacidades no constituyen un grupo de trabajo aparte; o b) La mayoría de los compañeros de trabajo no presentan discapacidad o, en todo caso, los individuos con discapacidad son parte de un pequeño grupo de trabajo de no más de ocho individuos con discapacidad; o c) Si no hubiera compañeros de trabajo o los únicos que hubiera pertenecieran a un pequeño grupo de trabajo, se han de mantener contactos regulares con iguales sin discapacidad, aparte de los mantenidos con los profesionales de apoyo.
La existencia de servicios de apoyo continuados supone que, al menos dos veces al mes y en el contexto laboral, se les proporcionan servicios continuados o periódicos de formación en habilidades laborales. Estos servicios se ofrecerán mientras dure el empleo. Este apoyo incluye también otros servicios, proporcionados dentro o fuera del lugar de trabajo, tales como el transporte, el entrenamiento en habilidades de autonomía personal, y el asesoramiento a la familia.
Finalmente, un empleo de transición para individuos con enfermedades mentales crónicas, hace referencia a un empleo competitivo en lugares integrados para aquellos individuos que pueden necesitar servicios de apoyo (pero no necesariamente un entrenamiento en habilidades laborales) proporcionados en el lugar de trabajo o fuera del mismo. Este emplazamiento laboral no tiene por qué ser, necesariamente, permanente.

Beneficios del empleo con apoyo

El empleo con apoyo constituye una alternativa laboral que puede, al igual que otras alternativas laborales, beneficiar a distintos colectivos: a las personas con discapacidad, a sus familiares, a las organizaciones que se dedican a la defensa de este colectivo y a la comunidad (Powell et al., 1990; Wehman et al., 1987; Bellamy et al., 1987)
La persona con discapacidad se puede beneficiar del empleo con apoyo porque se le ofrece la oportunidad de desempernar un empleo remunerado que, además, le da la posibilidad de establecer relaciones, participar en la comunidad, desarrollar habilidades, adquirir autosuficiencia económica, ejercitar la capacidad de elegir, y afianzar su respeto y dignidad. Las propias personas con discapacidad manifiestan que el empleo es un factor critico que contribuye no sólo a dar sentido a su vida sino que también repercute en otros ámbitos tales como en la salud, en las amistades y en la autoestima. Muchas veces, el empleo es la clave para mejorar la autoimagen de un individuo, reducir sus sentimientos de soledad, y para mejorar su calidad de vida (Verdugo y Jenaro, en prensa).
Los familiares de las personas con discapacidad pueden ver a sus seres queridos como miembros activos y productivos de la sociedad. Además, pueden sentirse con más libertad para ocuparse de su propia vida. Las preocupaciones de la familia respecto al futuro de sus hijos cuando ellos falten se aminoran en gran medida con esta alternativa laboral. Aunque un trabajo no resuelva todos los problemas, será un paso importante en este sentido.
Las organizaciones se pueden beneficiar de la puesta en marcha del empleo con apoyo al contar con estos recursos humanos añadidos. Por último, para la sociedad supone un mayor número de personas implicadas activamente en el mercado y en la producción y consumo de bienes y servicios. Las personas con discapacidad, mediante su actividad y gracias a su mayor independencia económica, pueden contribuir activamente en la sociedad, sin depender de los escasos recursos del Estado (Bellamy, Rhodes, Mank y Albin 1987; Bilsky, 1986; Powell, et al., 1990).

Características del empleo con apoyo

Todo programa de empleo con apoyo ha de cumplir una serie de requisitos para que pueda considerarse como tal. Estos requisitos se refieren a la integración, a la obtención de salarios y de otros beneficios, al emplazamiento en un lugar de trabajo como paso previo al entrenamiento, al concepto de "rechazo cero", a la prestación de un apoyo flexible (si es necesario, a lo largo de toda la vida laboral), y al énfasis en que sea el trabajador quien tome sus propias decisiones (Menchetti y Flynn, 1989; Wehman et al., 1987; Powell et al., 1991; Bellamy et al., 1987).
1- Integración
Quizás la característica esencial del empleo con apoyo es la oportunidad que ofrece a las personas con discapacidad de trabajar junto a iguales sin discapacidad. A diferencia de otras alternativas profesionales, el empleo con apoyo supone un compromiso con esta idea. La integraci6n debe tener lugar a todos los niveles del trabajo, tanto durante las horas productivas como durante las horas de descanso y de la comida; en la utilización de servicios y del transporte, y en las actividades posteriores al trabajo. El nivel de integración es una medida del éxito de los servicios del empleo con apoyo.
En los programas de empleo con apoyo las personas con discapacidad se encuentran plenamente integradas en el proceso productivo general de la empresa. El trabajo no se realiza en un área especial. Los trabajadores con discapacidad no están agrupados en zonas aparte, ni utilizan servicios específicos. Aunque los niveles de integración puedan variar de una empresa a otra, un modo de facilitar la integración es limitar el número de personas con discapacidad empleadas en un determinado entorno. Conviene que no sean más de seis trabajadores, o del 5% de la plantilla, los que estén empleados en el mismo lugar. La integración no supone la mera presencia física sino que implica la plena participación en todas aquellas actividades disponibles para el resto de los trabajadores.

2- Salario y beneficios

Cada persona ha de ser remunerada por el trabajo realizado. Como ocurre con cualquier empleado, sus salarios deben estar en relación directa con la categoría profesional y el trabajo efectuado. Deben gozar de las mismas ventajas respecto a las vacaciones, beneficios de Seguridad Social, bonificaciones, facilidades de transporte, y todo aquello que se ofrezca al resto de los trabajadores. Un objetivo del empleo con apoyo es el procurar que los trabajadores no perciban un salario menor al salario mínimo interprofesional. En aquellos casos donde la severidad de la discapacidad no lo haga posible, se debe establecer un contrato laboral especial. Con objeto de aumentar la independencia económica del individuo, los programas de empleo con apoyo deben proporcionar, al menos, una media de veinte horas semanales de trabajo remunerado.

3- Emplazamiento en un lugar de trabajo como paso previo al entrenamiento

A diferencia de los programas laborales tradicionales, el empleo con apoyo coloca a la persona en un trabajo y es entonces cuando le ofrece formación y apoyo, directamente relacionados con la tarea a desempeñar. Generalmente, los programas tradicionales proporcionan una formación preparatoria o de "puesta a punto" para un trabajo. Desgraciadamente, la mayor parte de estas actividades no desembocan en un empleo remunerado en la comunidad. Por ello, los servicios de empleo con apoyo consideran que la formación más adecuada es aquella que va dirigida a un trabajo concreto y que se realiza en un entorno laboral real.

4 Rechazo Cero

El empleo con apoyo va dirigido a aquellas personas que habitualmente no se han beneficiado de los programas formativos tradicionales. En otras palabras, la gravedad de la discapacidad no debe constituir un criterio de selección de las personas que demandan estos servicios. Así pues, individuos con enfermedades mentales crónicas, con retraso mental, con discapacidades físicas o sensoriales, pueden beneficiarse del empleo con apoyo.

5- Apoyo flexible

La misión del empleo con apoyo es ofrecer una amplia gama de servicios que permitan al individuo con discapacidad ser un empleado productivo. Dado que el tipo de apoyo a prestar se debe determinar individualmente, es necesario ofrecer una amplia gama de servicios. Cuantos menos servicios de apoyo existan, menor será el número de personas que se beneficiarán de esta modalidad laboral. Además, los servicios de apoyo pueden incluir cualquier tipo de programa que ayude a la persona a lograr un empleo. La prestación de este apoyo debe caracterizarse por la flexibilidad. En algunos casos, el proveedor de los servicios será el encargado de ofrecer su apoyo a los miembros de la familia. En otros casos, serán el empresario y los comparendos de trabajo quienes lo hagan. Y aún, en otras situaciones, el asesor de rehabilitación profesional puede proporcionar servicios de apoyo directos.

6- Apoyo a lo largo de la vida

Las personas con discapacidades severas, como cualquier persona, necesitarán algún tipo de apoyo a lo largo de su vida. La necesidad de apoyo se hace extensiva también al ámbito laboral. Los servicios de empleo con apoyo deben ofrecer un apoyo continuado que permita a estos trabajadores mantener su empleo. Como la mayor parte de la sociedad, también éstos se encontrarán ante numerosos cambios de trabajo, momento en que será necesario un apoyo más intensivo.

7. Elecciones

Los servicios de empleo con apoyo potencian la capacidad de la persona para realizar elecciones sobre su vida. Esta alternativa laboral, cuando las oportunidades laborales son suficientes, permite a la persona considerar un número razonable de opciones y elegir dónde o bajo qué condiciones desea trabajar. La elección incluye desde las preferencias profesionales hasta el tipo de trabajo, el horario, y el lugar donde desarrollarlo. Al igual que el resto de los trabajadores, el empleado con discapacidad puede desear cambiar de trabajo u obtener una posición más elevada. El servicio de empleo con apoyo capacita al individuo para la toma de decisiones

Fases del empleo con apoyo

Planificación laboral

Implica el establecimiento de los resultados que se esperan obtener a través del empleo, orientados a la mejora de la calidad de vida. Posibles metas pueden ser: desarrollar relaciones ganar dinero, o incrementar la autoestima. No todas las personas trabajan por las mismas razones. Por ello, es importante identificar durante esta fase los objetivos que persigue cada individuo . El trabajo en equipo es un elemento clave a lo largo de todo el proceso.

Desarrollo laboral

Una vez desarrollada la primera fase, el equipo debe analizar críticamente varios trabajos posibles, para determinar cuál cubrirá mejor las necesidades de una persona. En este momento, se ha de proceder a realizar un "análisis de la compatibilidad", consistente en valorar si existe un adecuado o un pobre ajuste entre un trabajador y varios trabajos, atendiendo a factores tales como preferencias/ rechazos, horarios y/o habilidades necesarias.

Instrucción

Una vez localizado un empleo concreto, el trabajador se incorpora al mismo y es entonces cuando comienza el proceso de instrucción. Durante esta fase el trabajador aprende, no sólo las habilidades requeridas para el trabajo concreto, sino otras habilidades relacionadas con él. La instrucción debe estar organizada en una secuencia específica y la intensidad variará en funci6n de los progresos de cada trabajador.

Apoyo continuado

El empleo con apoyo se basa en la premisa de que el trabajador recibirá apoyo durante tanto tiempo como sea necesario. Esto supone que muchos trabajadores recibirán un apoyo continuado, a lo largo de su vida, para asegurar el éxito de la experiencia laboral. No obstante, en la mayoría de los casos la intensidad del apoyo disminuirá a lo largo del tiempo, a medida que el trabajador vaya adquiriendo mayor independencia.

Modelos de empleo con apoyo

Dentro de la alternativa laboral denominada empleo con apoyo, existen distintos modelos, entre los que cabe destacar: 1) Empleo competitivo con apoyo, 2) Grupos de trabajo móviles y enclaves; y 3) Pequeños negocios.

1) Empleo competitivo con apoyo

Algunos autores (Powell, y cols., 1990) lo denominan trabajo individual. Consiste en prestar ayuda para localizar un trabajo adecuado y en entrenar de un modo intensivo a personas que normalmente no son considerados "aptos para el trabajo", manteniendo unos servicios de apoyo continuado. Un profesional cualificado establece una estrecha relación con un cliente y lo entrena en el mismo lugar de trabajo. El cliente trabaja desde el primer día y percibe el salario por parte del empresario. Se realizan evaluaciones del rendimiento del sujeto con una periodicidad diaria o semanal. Una vez que el individuo aprende adecuadamente la tarea, el profesional va disminuyendo gradualmente el tiempo de apoyo. En muchos casos, los compañeros de trabajo o los jefes de departamento pasan a asumir estas funciones, prestando su apoyo al trabajador en situaciones puntuales.

2) Grupos de trabajo móviles y enclaves

Son opciones existentes desde hace varios años pero que han cobrado un especial auge con la aparición de la iniciativa del empleo con apoyo. Ambas alternativas permiten a individuos que previamente han trabajado en centros especiales de empleo, una oportunidad para acceder al pleno empleo en entornos integrados. Sin embargo, es posible también encontrar algunas diferencias.
Los grupos de trabajo móviles, o equipos de fuerza laboral, comprenden un número de cuatro a seis personas con discapacidades severas que realizan trabajos en entornos comunitarios, fuera de un centro de rehabilitación o similar. Estos equipos pueden funcionar independientemente como organizaciones sin ánimo de lucro (Bellamy, Rhodes, Mank, y Albin, 1987), o pueden formar parte de un número más amplio de alternativas gestionadas por un servicio de rehabilitación. Independientemente de la estructura organizativa, la agencia promotora ofrece sus servicios a negocios de la comunidad o a particulares para llevar a cabo tareas tales como, mantenimiento del hogar, conserje, cuidado de jardines o similares. Los trabajadores suelen ser remunerados por la agencia que los representa, en función de su productividad. Un supervisor acompaña al grupo a tiempo completo responsabilizándose de la formación de los miembros del equipo. El supervisor se encarga de todas las facetas de la operaci6n, desde la formalización de los seguros y de los contratos, hasta la formación, supervisión y mantenimiento de los logros.

La característica esencial del empleo con apoyo es quizás la oportunidad que ofrece a las personas con discapacidad para trabajar junto a iguales sin discapacidad.

El empleo con apoyo se basa en la premisa de que el trabajador recibirá apoyo durante tanto tiempo como sea necesario.